Son las ideales para hacer durante el fin de semana o cuando se está sola en casa y no hay que cocinas para nadie. El peso se pierde deprisa y pueden ser hasta divertidas.
Los endocrinos las llaman “curas de choque”, porque durante dos o tres días sólo se puede comer un tipo específico de alimento, ya sean patatas, fruta, leche o líquidos como el agua. Esto le supone al organismo una especie de “shock” pues de pronto se ve privado de nutrientes que él considera esenciales.
Adiós al agua y a las grasas superfluas
Nuestro cuerpo, al no recibir la cantidad de energía que necesita, se ve obligado a prescindir de todo lo superfluo que se acumula en él. Primero recurrirá a sus reservas de agua y, más tarde, a las de grasa, concentradas en los músculos.
El resultado es que el peso empieza a descender muy rápidamente. Y es que hasta dos dilos diarios –siempre dependiendo de nuestro sobrepeso- se pueden adelgazar de esta forma. Lo fundamental para conseguirlo es elegir el alimento que más nos guste y disfrutar de él.
La dieta al gusto del consumidor.
Siete son las curas o dietas rápidas que los especialistas en nutrición destacan:
La cura de zumos, recomendada por médicos por su altísimo poder vitamínico.
La dieta de las patatas, que tienen un enorme poder saciante.
La dieta de frutas, es muy rica en fibra y en vitaminas y minerales.
La cura de la piña, muy abundante en proteínas es, además de energética, la favorita de la Preysler.
La dieta de las manzanas, es sin duda la más adelgazante.
Los días de uvas, por sus altos efectos laxantes.
La dieta cero, también conocida como la del agua, es la más dura pero, al mismo tiempo, la más efectiva.
Fuente: Revista DIETAS PLUS
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