Te recomiendo este ritual cada viernes sobre las seis de la mañana o de la tarde. Dicen que es la hora más propicia para purificar los edificios con incienso.
Camina en el sentido de las agujas del reloj por los límites de cada habitación de tu casa con el humo del incienso y observa cómo llena la estancia. Deja las ventanas abiertas mientras caminas, para que el chi que creas se mezcle con el nuevo chi que entra en la casa desde el exterior.
Puedes dejar que el humo flote sobre la ropa de los armarios y en las habitaciones donde almacenas las cosas, los cuartos de baño y los aseos. Dedica un poco más de tiempo a purificar los dormitorios y los despachos. Y siempre lávate las manos antes y después del ritual.
Utiliza los aromas naturales para revitalizar la energía
Cuando trabajes la energía, descubrirás que los aromas iluminan y disuelven la energía negativa y hostil.
Escoger una fragancia u otra es una cuestión de preferencia personal, aunque algunas esencias tienen un efecto más potente que otras.
El sándalo es conocido por levantar el ánimo y si estás enfermo, tienes la nariz tapada o has cogido la gripe, encender una barrita de incienso de sándalo te envolverá en un aura de energía curativa muy reconfortante.
La lavanda es también muy propicia para reducir la pesadez del aire y dicen que ahuyenta el espíritu creativo de nuestra conciencia. Está especialmente indicada para los que practican la terapia meditativa.
Todo lo que aquí se detalla está recogido en el libro “168 trucos de Feng Shui”, de Lillian Too, fuente de todos nuestros consejos sobre Feng Shui y cuya propiedad intelectual El Escaparate de tu bienestar respeta.
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