Da una imagen de naturalidad y de confianza en ti mismo/a. Adopta una postura relajada, sin exagerar.
Cuida tu comunicación no-verbal. Procura no manifestar timidez, tensión, nerviosismo, agresividad, impaciencia o dudas.
Abstente de fumar o de preguntar si puedes hacerlo.
Mantén la atención en todo momento.
Convence a tu interlocutor de tus cualidades y demuéstrale tu interés y entusiasmo por trabajar en su empresa.
Recuerda que, en la primera entrevista, lo más importante es el puesto de trabajo al que quieres acceder y no el salario, ni las vacaciones y permisos.
Deja que el entrevistador dirija la entrevista, pero saca provecho de las oportunidades de hablar.
Provoca preguntas que puedas aprovechar para mostrar tu conocimiento de la empresa o el sector.
Muéstrate seguro/a al contestar las preguntas del entrevistador.
Exprésate correctamente, de manera clara y concisa, pero sin responder con monosílabos.
Muéstrate positivo/a y flexible, no des muestras de poca adaptabilidad, ni plantees problemas de disponibilidad o movilidad. Esto no quiere decir que si te resulta imposible cambiar tu residencia vayas a dejar entrever que no tienes problemas para ello.
Si hay algo imposible de aceptar por ti o tu familia es mejor decirlo ahora, dar las gracias por la oportunidad y quedar a su disposición para un futuro. Esa actitud siempre queda impecable.
Cuida tu comunicación no-verbal. Procura no manifestar timidez, tensión, nerviosismo, agresividad, impaciencia o dudas.
Abstente de fumar o de preguntar si puedes hacerlo.
Mantén la atención en todo momento.
Convence a tu interlocutor de tus cualidades y demuéstrale tu interés y entusiasmo por trabajar en su empresa.
Recuerda que, en la primera entrevista, lo más importante es el puesto de trabajo al que quieres acceder y no el salario, ni las vacaciones y permisos.
Deja que el entrevistador dirija la entrevista, pero saca provecho de las oportunidades de hablar.
Provoca preguntas que puedas aprovechar para mostrar tu conocimiento de la empresa o el sector.
Muéstrate seguro/a al contestar las preguntas del entrevistador.
Exprésate correctamente, de manera clara y concisa, pero sin responder con monosílabos.
Muéstrate positivo/a y flexible, no des muestras de poca adaptabilidad, ni plantees problemas de disponibilidad o movilidad. Esto no quiere decir que si te resulta imposible cambiar tu residencia vayas a dejar entrever que no tienes problemas para ello.
Si hay algo imposible de aceptar por ti o tu familia es mejor decirlo ahora, dar las gracias por la oportunidad y quedar a su disposición para un futuro. Esa actitud siempre queda impecable.
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