La historia del chocolate es muy larga. Comienza en el país de Tollan, paraíso terrenal de Quetzalcoalt, el jardinero profeta que trajo las semillas del Edén.
La manera en que se preparaba el cacao era muy simple, los granos se asaban y se trituraban sobre piedras muy calientes. La pasta de cacao obtenida servía para preparar una bebida coloreada y aromatizada.
Según la riqueza, se añadía vainilla, canela, miel… La pasta se mezclaba con agua y finalmente se calentaba. La manteca de cacao que afloraba a la superficie se apartaba y se mezclaba de nuevo. Este líquido se pasaba entonces a un recipiente alto y se batía hasta obtener una mouse bebible.
Esta bebida se consumía fresca y era muy apreciada como nutritiva, fortalecedora y afrodisiaca.
Desde la otra punta del mundo, Cristóbal Colón partió el 3 de agosto de 1492, del puerto de Palos, en Andalucía, con 120 hombres embarcados en tres carabelas y tras cruzar mares desconocidos llegó al archipiélago de las Bahamas, donde fue recibido por el jefe local.
La anotación de Colón en su diario mencionaba las diversas ofrendas con que les agasajaron y entre ellas citó “unas almendras que les sirven de moneda y con las cuales preparan una bebida”. Se acababa de producir el encuentro histórico entre Occidente y el cacao.
Sin embargo fue el propio Hernán Cortés quien descubrió la riqueza del cacao en las regiones subtropicales de Méjico.
Los conquistadores se cuidaron de proteger en secreto la receta de la preparación del chocolate y de hacerlo llegar como producto acabado, pues ya intuían que el comercio prometía ser lucrativo.
En 1527 el chocolate había conquistado España y en Francia se introdujo por la puerta grande en 1615, con ocasión de la boda de Luis XIII y Ana de Austria.
En 1770 se funda la primera empresa industrial francesa y entre los años 1800 y 1850 ven la luz todas las grandes empresas del chocolate: Meunier, Suchard, Lindt, Tobler… Este último tuvo la iniciativa de mezclar chocolate con leche. Su pequeña industria era vecina de la de Henri Nestlé y comenzó sus investigaciones en 1862 finalizando en 1870.
Desde mediados del siglo XIX la industria del chocolate no ha dejado de desarrollarse y extenderse por el mundo.
La manera en que se preparaba el cacao era muy simple, los granos se asaban y se trituraban sobre piedras muy calientes. La pasta de cacao obtenida servía para preparar una bebida coloreada y aromatizada.
Según la riqueza, se añadía vainilla, canela, miel… La pasta se mezclaba con agua y finalmente se calentaba. La manteca de cacao que afloraba a la superficie se apartaba y se mezclaba de nuevo. Este líquido se pasaba entonces a un recipiente alto y se batía hasta obtener una mouse bebible.
Esta bebida se consumía fresca y era muy apreciada como nutritiva, fortalecedora y afrodisiaca.
Desde la otra punta del mundo, Cristóbal Colón partió el 3 de agosto de 1492, del puerto de Palos, en Andalucía, con 120 hombres embarcados en tres carabelas y tras cruzar mares desconocidos llegó al archipiélago de las Bahamas, donde fue recibido por el jefe local.
La anotación de Colón en su diario mencionaba las diversas ofrendas con que les agasajaron y entre ellas citó “unas almendras que les sirven de moneda y con las cuales preparan una bebida”. Se acababa de producir el encuentro histórico entre Occidente y el cacao.
Sin embargo fue el propio Hernán Cortés quien descubrió la riqueza del cacao en las regiones subtropicales de Méjico.
Los conquistadores se cuidaron de proteger en secreto la receta de la preparación del chocolate y de hacerlo llegar como producto acabado, pues ya intuían que el comercio prometía ser lucrativo.
En 1527 el chocolate había conquistado España y en Francia se introdujo por la puerta grande en 1615, con ocasión de la boda de Luis XIII y Ana de Austria.
En 1770 se funda la primera empresa industrial francesa y entre los años 1800 y 1850 ven la luz todas las grandes empresas del chocolate: Meunier, Suchard, Lindt, Tobler… Este último tuvo la iniciativa de mezclar chocolate con leche. Su pequeña industria era vecina de la de Henri Nestlé y comenzó sus investigaciones en 1862 finalizando en 1870.
Desde mediados del siglo XIX la industria del chocolate no ha dejado de desarrollarse y extenderse por el mundo.
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