Seguir una dieta antioxidante no significa obsesionarse con tomar sustancias concretas, simplemente se trata de que la alimentación sea suficientemente variada y equilibrada.
Una buena ensalada con muchos colores te asegura el aporte de antioxidantes de diferentes tipos, lo que es importante porque aunque todos neutralizan a los radicales libres, no lo hacen del mismo modo.
El chocolate puede mejorar la circulación sanguínea al cerebro. Tomar una o dos onzas para merendar puede ser, por ejemplo, una estupenda manera de acabar el día sin cansancio mental.
Añade hierbas aromáticas y evita que tu cerebro "se oxide". Ensaladas con hierbas aromáticas y condimentar los alimentos con hierbas como el orégano, tomillo, menta y especias como el comino o el jengibre también destacan por ese mismo beneficio.
Quienes consumen una dieta rica en fibras y verduras protegen su salud y mejoran su calidad de vida. Este efecto se debe a que estos alimentos son fuente de vitaminas, minerales, fibra y en especial de numerosos antioxidantes, algunos tan conocidos como la vitamina C, la vitamina E, el betacaroteno o el selenio.
Seguir una dieta antioxidante no significa obsesionarse con tomar sustancias concretas, simplemente se trata de que la alimentación sea suficientemente variada y equilibrada.
Una buena ensalada con muchos colores te asegura el aporte de antioxidantes de diferentes tipos, lo que es importante porque aunque todos neutralizan a los radicales libres, no lo hacen del mismo modo.
El chocolate puede mejorar la circulación sanguínea al cerebro. Tomar una o dos onzas para merendar puede ser, por ejemplo, una estupenda manera de acabar el día sin cansancio mental.
Añade hierbas aromáticas y evita que tu cerebro "se oxide". Ensaladas con hierbas aromáticas y condimentar los alimentos con hierbas como el orégano, tomillo, menta y especias como el comino o el jengibre también destacan por ese mismo beneficio.
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