A la hora de preparar una mesa para nuestros invitados siempre le damos mucha importancia a los entrantes, tanta que a veces “llenamos” demasiado sus estómagos con los aperitivos provocando con ello que no puedan con el resto de nuestros platos, que en realidad es la comida principal y con la que pretendemos lucirnos.
Los aperitivos han de estar muy equilibrados con el resto de platos y debemos evitar que sean pesados o demasiado sabrosos, lo cual dejaría los paladares un tanto desorientados para degustar el resto de las recetas.
Una buena parte del éxito de nuestros aperitivos, entremeses o entrantes será la presentación, donde nos deberemos volcar de manera exquisita aunque sin excedernos pues un plato demasiado sofisticado impide que los comensales se decidan a probarlo.
Canapés, embutidos, frituras, conservas, ensaladas o ensaladillas… la imaginación y la creatividad han de ser el primer ingrediente de un aperitivo para este importante primer paso en una mesa acogedora y tradicional.
Los aperitivos han de estar muy equilibrados con el resto de platos y debemos evitar que sean pesados o demasiado sabrosos, lo cual dejaría los paladares un tanto desorientados para degustar el resto de las recetas.
Una buena parte del éxito de nuestros aperitivos, entremeses o entrantes será la presentación, donde nos deberemos volcar de manera exquisita aunque sin excedernos pues un plato demasiado sofisticado impide que los comensales se decidan a probarlo.
Canapés, embutidos, frituras, conservas, ensaladas o ensaladillas… la imaginación y la creatividad han de ser el primer ingrediente de un aperitivo para este importante primer paso en una mesa acogedora y tradicional.
Comentarios
Publicar un comentario