Esta afirmación parece muy lógica y razonable pero... necesitamos que nos insistan una y otra vez que debemos cambiar algunos hábitos para proteger a nuestra salud de nosotros mismos.
La Asociación Española contra el Cáncer sostiene que alrededor de un 75-80% de los diagnósticos pueden atribuirse a factores externos que, por lo general, se pueden modificar.
Entre estos factores, algunos de ellos son tan básicos como los siguientes.
El tabaco. Un cigarrillo contiene hasta 4000 sustancias cancerígenas, entre ellas amoníaco y arsénico. Con esta cifra no es de extrañar que los fumadores multipliquen su riesgo de desarrollar un tumor.
Una dieta grasa. Abusar de alimentos o preparaciones muy grasas (carnes rojas, fritos...) facilita la aparición de unas sustancias que favorecen la multiplicación anormal de las células.
El alcohol. Tomar más de una copa al día también eleva el riesgo para nuestra salud. Un exceso de alcohol puede acabar provocando una mayor oxidación celular.
El sedentarismo. Favorece otros trastornos vinculados con graves riesgos para nuestra salud, como la obesidad. Una escasa actividad física también debilita nuestras defensas y aumenta la producción de estrógenos.
Alguno de estos malos hábitos nos pueden parecer difíciles de cambiar... pero son posibles de abordar. Tan solo debemos proponernos llevarlo a cabo. Seguro que nos sentiremos mejor a corto plazo.
La Asociación Española contra el Cáncer sostiene que alrededor de un 75-80% de los diagnósticos pueden atribuirse a factores externos que, por lo general, se pueden modificar.
Entre estos factores, algunos de ellos son tan básicos como los siguientes.
El tabaco. Un cigarrillo contiene hasta 4000 sustancias cancerígenas, entre ellas amoníaco y arsénico. Con esta cifra no es de extrañar que los fumadores multipliquen su riesgo de desarrollar un tumor.
Una dieta grasa. Abusar de alimentos o preparaciones muy grasas (carnes rojas, fritos...) facilita la aparición de unas sustancias que favorecen la multiplicación anormal de las células.
El alcohol. Tomar más de una copa al día también eleva el riesgo para nuestra salud. Un exceso de alcohol puede acabar provocando una mayor oxidación celular.
El sedentarismo. Favorece otros trastornos vinculados con graves riesgos para nuestra salud, como la obesidad. Una escasa actividad física también debilita nuestras defensas y aumenta la producción de estrógenos.
Alguno de estos malos hábitos nos pueden parecer difíciles de cambiar... pero son posibles de abordar. Tan solo debemos proponernos llevarlo a cabo. Seguro que nos sentiremos mejor a corto plazo.
Comentarios
Publicar un comentario